Recordemos
cómo contamos lo sucedido en el nefasto partido de SEMIFINALES de la pasada
temporada, en la BrickBowl III, para los Nuevos Milesios y sobre todo para
Antifonte:
CRÓNICA
DE LA DECIMOSÉPTIMA JORNADA (07-04-2013): DOBLETE
VS LOS NUEVOS MILESIOS.
Doblete 2 - 2 Los Nuevos Milesios
prórroga: 3-2
El partido termina. Antifonte esta contrariado.
Totalmente desorientado. No sabe a qué vestuario ir. Perplejo… no sabe qué
hacer… Además le han comunicado que no tiene sitio en el equipo de Doblete, ya
que son 16 jugadores en nómina, y es el número máximo. Antifonte el Orador
confuso, desorientado y abatido empieza a caminar hacia las tinieblas, hacia el
lado oscuro de los no muertos. Que ven mis ojos!!!, es elSocrático!!! quien
vuelve a entran en el campo!, va hacia la niebla con decisión!. En ese momento,
el reportero que les habla sintió que algo gordo se estaba cociendo… y que la
noticia estaba en este momento produciéndose. ElSocrático agarra a Antifonte,
quien no es que este como un zombie… es que es un zombie!. Mira fijamente a los
perdidos ojos del genial lanzador orco. ElSocrático, no le dice nada… pero veo
que le entrega una brillante moneda de oro… y le mete en uno de los bolsillos
del Orador lo que parece una ramita dorada. Le abraza… y creo que le susurra
algo al oído… no se cómo describirlo…
creo que sí, que le ha susurrado algo! y
se vuelve a los vestuarios haciendo una ligera mueca. Señoras y señores!… yo no
doy crédito a lo que está sucediendo. Estoy confuso. Todos sabemos que según la
tradición, se tienen que pagar una moneda de oro para cruzar en la barca de
Caronte "al otro lado" del río Aqueronte… ¿pero porque le habrá
entregado esa ramita dorada?. Por ahora no tenemos respuesta… pero prometemos
ir al mismísimo Hades si hace falta para descubrirlo… un periodista debe estar
allí donde se produce la noticia… conseguiremos
saber el significado de todo esto… y el destino de Antifonte!.
Y
como lo prometido es deuda, el rotativo ya está aquí!!!…
ANTIFONTE VUELVE DE ENTRE LOS MUERTOS!...
Es
cierto, ya no es un rumor… y es que “el Orador” ha vuelto. Vuelve el fichaje
más caro de los Nuevos Milesios hasta el
momento. Vuelve una de sus mejores estrellas. Y eso no es todo… es que incluso
ya ha jugado un partido con nuestro querido equipo!. Las circunstancias así lo
han decidido, y es que como dice Antifonte: “Las pretemporadas son para quienes
no son grandes estrellas, por tanto yo no las necesito…”.
Para
contar esta formidable historia, hay que remontarnos a los orígenes. La grandiosa vida de Antifonte no es digna de
menos, empecemos por el principio…
De
la vida de este orco antes de jugar en un equipo oficial de la Brick Bowl se
sabe poco. Muy poco… Quizás algún día contemos lo que se cuenta por las
tabernas de Mileto…
Sus
inicios en el FAN fueron como “orco negro” titular del desaparecido equipo
entrenado por Kein, llamado Gorkos
Torkos. Allí disputó dos temporadas. Era sin duda la estrella de la
franquicia, demasiado jugador para tan poco equipo. Por aquel entonces jugaba
como un gran defensa orco, pero cuando el partido estaba perdido para su
equipo, él se dedicaba a lo que más le gustaba que era hacer pases… Y los hacía
muy bien!
Su
vida cambio cuando fichó, al principio de la tercera temporada por uno de los
equipos punteros de nuestra competición Los
Nuevos Milesios. Donde elSocrático lo situó en la creación del equipo, como
orco lanzador. Dejando de ser un defensa orco normal para convertirse en toda
una referencia pielverde como quarterback.
Pero
casi al final de la tercera Temporada llegó la tragedia con su
"muerte" (mejor dicho… su supuesta muerte). El Dr. Jacinto el
Licenciao, con lágrimas en los ojos, así lo comunicó durante aquel nefasto
partido. Pero todos vimos como aquel enorme lanzador orco, volvió a salir al
campo! defendiendo otra camiseta, otros colores! los del equipo rival de
no-muertos de Doblete entrenado por
Don Espinosa. Sin duda, se debió hacer muy raro para “el Orador” jugar en otro
equipo distinto al que por entonces su maltrecho corazón deseaba.
Pues
bien, en la cuarta temporada, el jugador que ha jugado en más equipos
profesionales de todos los tiempos en nuestra liga (y por eso tiene un hueco en
el Salón de la Fama), ha vuelto… Y esta vez es para quedarse. Los Nuevos Milesios necesitan a
Antifonte y Antifonte necesita a los Nuevos Milesios.
Ahora contaremos lo que todos esperáis, el Mito de Antifonte, del que se dice
que estuvo en el mundo de los muertos y volvió a casa!
Todo comienza después de aquel
infausto partido que ya hemos mencionado. Antifonte desaparece por la puerta de
atrás del estadio donde jugaban los "no-muertos" de Espinosa del
desaparecido equipo "Doblete". Aquel Orco Negro desapareció poco a
poco, alejándose del terreno de juego, para adentrarse en la niebla… su silueta
se desvanece delante del mismísimo elSocrático y algunos de los mejores
jugadores de Los Nuevos Milesios.
Se marcha sólo. Literalmente
destrozado, cabizbajo, confuso… pero recordemos que en los bolsillos lleva una
moneda de oro y una ramita dorada.
"El Orador" pronto se
une a otras ánimas en pena que van en dirección al Norte. Pronto se adentran en
el más misterioso de los bosques, el conocido como "el bosque de las
almas". Un lugar que nadie vivo ha visto jamás.
Con tranquilidad y parsimonia,
todas y cada una de las criaturas que, junto a nuestro personaje, llegan al
bosque empiezan a perderse y no encontrar el sendero de la luz y la verdad.
Cuando todos han perdido la fe,
encuentran una gran luz cegadora. Antifonte y algunos más se dirigen hacia lo
que piensan que es la salida…
La
luz cegadora de los hombres buenos… y Antifonte indicando el camino entre las
tinieblas.
Cuando todos se
daban por muertos (vamos, más muertos de lo que ya estaban…), aparece un ser
viejo, muy viejo… y encorvado, con una túnica negra. De su boca salen unas
palabras de ultratumba:
"Éste
no es vuestro camino, éste es el camino de los hombres pulcros y entre vosotros
no vea a ninguno. Vuestro camino desemboca en el Hades, y para el que quiera ir
allí, yo soy el camino, yo soy la luz en las tinieblas… y soy el dueño de
vuestras almas."
Y es así como Antifonte (y
algunos desgraciados más) inician el camino por los reinos olvidados de los
no-muertos. Aquel pastor de ovejas descarriadas es parco en palabras, aunque es
muy anciano anda deprisa, sólo algunos pueden seguirle, sólo los elegidos… los
que no caen en las tentaciones que el camino brinda a su paso.
Después de una larga y
angustiosa caminata, la tétrica comitiva llega a la orilla de un río. De un
enorme río. La niebla no deja ver el otro lado. Y allí delante de los
supervivientes, el anciano mueve su bastón e indica con él el horizonte… dice
con su desgarradora y profunda voz:
"Yo
ya he hecho mi trabajo. Éste es el lugar. Éste es el sitio. Éste es vuestro
destino… y no el mío. Yo ahora me tengo que marchar y volver sobre mis pasos. Lo que veis es el
río llamado Aqueronte, y lo que no veis es donde iréis: Estigia. Tomar vuestra
moneda de oro cada uno, y esperar a que venga el barquero llamado Caronte, sólo
a él deberéis dar la moneda…"
El anciano da media vuelta y desparece con la misma prestancia y
decisión con la que apareció… Mientras su silueta se desvanece entre los
grandiosos y gigantescos árboles muertos, vuelve a gritar: "Recordar! Sólo entregar la moneda a
Caronteeeee!!!"
Pronto algunas barcas se
acercan. Con las palabras recientes del viejo, nadie osa a coger ninguna de
ellas. Pero la desesperación aparece. El miedo inunda las almas de aquellos que
en la vida anterior fueron aguerridos guerreros, y casi todos van amontándose en las barcazas…
ninguna dirigida por Caronte… Ya nadie recuerda las palabras del anciano…
Sólo quedaban ya tres caminantes
en la orilla cuando un pequeño bote de madera (más muerta que viva) llega. De
su interior sale un desgarrador y grave grito: "Soy Caronte, el único que
sabe cruzan esta desesperación que es el río Aqueronte, darme una monedaaaa y
el infierno será vueeeestro". Es un ser muy delgado, sólo parece
tener aquella capa harapienta que cubre se cuerpo, y unos ojos que, aún en la
más oscura ausencia de luz, brillan. Los tres montan y llenan la pequeña barca.
Caronte se gana sus tres monedas
y Lucifer consigue tres nuevas almas…
Los tres desgraciados cruzan el
río y desembarcan…
En las puertas del mismísimo
infierno están ahora Antifonte y sus dos acompañantes. Pero uno de ellos es
incapaz de entrar por la puerta de aquel extraño lugar que es el reino del
Hades. Se queda en la orilla del río, perdido y andando sin un lugar donde ir.
Su alma vagará errante por los siglos de los siglos…
Delante de esa puerta se hallaba,
en silencio e inmóvil, un gigantesco perro del tamaño de un elefante. Tenía tres
horribles cabezas. Su aliento apestaba a putrefacción, en sus ojos brillaba una
llama infernal y de su boca emanaban fuegos de azufre… Les miraba con rabia…
con hambre!... pero no hacía ningún gesto.
De repente se escucha: "Bienvenidos al infierno el lugar de
vagos y maleantes… y desde ahora vuestra casa." Son las palabras de un
elfo oscuro que se encuentra sentado tranquilamente a la izquierda de la
grandiosa puerta forjado en la fragua de Vulcano. Después aquel siniestro elfo
sentencia "Mira detrás de todos
estos, lujuriosos, golosos, avaros, pródigos, iracundos, indolentes, soberbios,
envidiosos, herejes, violentos, fraudulentos, traidores, y seres de mal vivir…
ésta la respuesta que todos buscáis"
Antifonte levanta su mano
derecha y con su típica pose con el dedo indicando el infinito le dice al que
le acompaña: "Mira
compañero, ese es el Señor de estas tierras, ese debe ser el ángel caído que
relatan las leyendas!… psss… por cierto, como se parece el jodío a Al Pacino…
¿no?"
Antifonte se queda sólo en su
avance hacia los infiernos… pues su acompañante, engatusado por aquel oscuro
elfo y sus malas artes en la retórica, decide quedarse el aquel lugar y no
proseguir la marcha.
Cada vez la fuerza del infierno
es mayor y los horrores crecen. La pena y angustia que irradiaba el lugar es
inenarrable. Las almas pululaban por doquier. Todas ellas desdichadas. Todas
ellas rodeadas de maldad. La injusticia y el desorden gobernaban ese lugar de
lava, fuego y azufre. Pero el orco sigue andando. De las paredes surgen brazos
que lo agarran, pero él se zafa… surgen cabezas que le gritan, pero él no las
hace caso… El orco sigue andando. Mucho tiempo andando. El agotamiento es ya
inhumano. Se ve algo al final… Es una pequeña elevación. El Orador decide subir
a ese monte que ha deslumbrado entre tinieblas.
Cuando
llega a la cima, ya en las alturas y por encima de todo el infierno… la imagen
es dantesca… El color rojo lo invade todo. Los gritos de dolor desgarran sus
oídos. Las almas se amontonan por todos lados. Es el reino de la enfermedad y
de la muerte.
No obstante, sobre él se atisba
algo. Antifonte ve a un grupo de seres alados que sentados sobre nubes miran
con tristeza todo aquello que sucede abajo. Estos seres le preguntan al
pielverde: "Mortal… Cómo has llegado
hasta aquí?." A lo que Antifonte contesta: "Maldita sea, he sobrevivido a
cancerbero, he cruzado el bosque de las almas, conocido a Caronte, navegado por
el río Aqueronte, cruzado la Laguna de Estigia, caminado entre las almas del
infierno, y subido a este Monte, todo para poder encontrar el camino de vuelta…
pues todavía no es muy momento de estar aquí. Soy todavía un ser vivo, y aun mi
alma me pertenece!."
Aquel grupo de ángel, se miran mutuamente
y no dan crédito: "Nadie ha salido de donde tú has estado. No se puede. Tú no eres de
este mundo, perteneces a Lucifer. Pero te guiaremos hasta la orilla de donde
viniste. El camino, pues, es ese que ves
detrás de ti… Pero nada tienes para entregarle a Caronte. Ya no tienes nada. Sólo
tu alma… y esa ya no te pertenece… Tu esfuerzo será en vano!" Entonces
el Orador recuerda a su maestro, elSocrático, y con la mano derecha agarra una
moneda de oro que tiene en su bolsillo. Ahora recuerda todo, su muerte y su
posterior resurrección gracias a los "no-muertos" en aquel partido de
la BrickBowl. Realmente… no está muerto! Éste no es su sitio! Este no es su
destino! Esos ángeles se equivocan!.
Así pues, decidido, Antifonte se
dirige hacia donde los seres rubios y alados le han dicho.
Después de un tiempo, ve un enorme
y viejo olmo… y de él surgen infinidad de caminos. Un grupo de guardianes le
preguntan: "¡Dónde vas Antifonte!, no vales nada, no tienes nada… Pobre orco, no
sabe dónde va!. Antifonte! Antifoooooonte!"... Nuestro orco no se
fía que aquellas almas que pertenecen al diablo… se tapa sus oídos y sigue
andando empecinado en su destino. No ha hablado a nadie de su gran secreto, su
otra moneda… quizás tenga una oportunidad… Quizás! "Te arrepentirás Antifonte!! gritan desde la lejanía aquellos
malditos guardianes del Hades,"No tienes ninguna posibilidad. Cuando
llegues de nuevo a la orilla, tendrás que volver… y entonces irás a lo más
profundo del infierno, a trabajar en la mismísima fragua del Infierno… sin
descanso alguno, por toda la eternidaaaad!".
Y
las llamas de azufre y el lugar mismo siguen y siguen torturando a nuestro
lanzador… Pero por fin, el orco ha llegado al río de la muerte. Cuando Caronte
arriba a la orilla con nuevas y frescas almas del mundo de los vivos, no da
crédito a la escena que se muestra delante suya: ve a alguien esperando en las rotas
y podridas maderas que hacen de embarcadero. Caronte deja la carga de
desdichadas almas y se decide a volver al otro lado. Como eternamente ha hecho.
Cuando escucha: "Eeeeeh
tú, barquero de la muerte!, hoy tienes un cliente para volver!". "Jajajajajaja…." La malvada risa resuena atronadora. "Porque tengo que llevarte?… nada tienes que darme!" le
contesta, y Caronte se gira hacia su nuevo viaje. "Espera… mira esta ramita de oro!… es
para ti. Los dioses me la dieron." El barquero detiene la
embarcación. Esto era extraño… pero ya había pasado una vez! recuerda el
anciano barquero, pero fue hace tanto tiempo…: "No puede ser! Otra vez no! No!" La ira de Hades será infinita…
pero tiene que llevarle de vuelta… pues los dioses así lo han deseado. El
barquero debe llevar un inquilino en su viaje de vuelta!. Y con la moneda que
aún conservaba, Antifonte paga su viaje. Todo está correcto. Caronte no tiene
ninguna otra opción. El regreso es rápido…
Cuando sale de la barca, el
feliz orco masculla: "Adiós amigo!". "Hasta pronto
pielverde!…." contesta el ancestral barquero, alejándose de la orilla
con otra macabra carga de desesperadas almas. Y es que el mundo del Blood Bowl
es así… nunca se sabe lo cerca o lejos que estas de una muerte segura…
Antifonte emprende la marcha
apresurado. Está realmente feliz. Pronto volverá a estar con sus amigos y
compañeros… Pronto volverá a estar en su hogar!... pronto volverá a jugar al
Blood!...
El orador ha conseguido lo
imposible.
Esta historia está basada en las cánticas de los juglares
en las tabernas de Mileto. Las cantan aquellos que han hablado con Antifonte
después de su regreso. Y las escuchan y escucharán todos los habitantes de
Mileto, idolatrando a uno de los héroes de su ciudad… Generación tras generación…
por los siglos de los siglos… Larga vida a Antifonte… quien regresó de entre
los muertos!